En bocas de ceniza sí entran moscas

Serie realizada en la desembocadura del Río Magdalena sobre la pesca con cometa. Premio en el área de Patrimonio del Portafolio de Estímulos de la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla (2011) en la modalidad de Fotografía.

Cometa, papalote, volantín, barrilete, pandero…

Son solo algunos de los nombres que recibe una sencilla estructura de guadua y papel que en el extremo de una delgada cuerda vuela por los aires gracias a la acción del viento, vuela por el globo terráqueo desde hace unos 2.500 años; en el otro extremo, un niño, un adulto que sueña, un científico, un militar, un deportista extremo, un filósofo o un pescador.

Cuando observamos las cometas en Bocas de Ceniza recordamos nuestra infancia, cuando nos enteramos de su propósito nos maravillamos del ingenio de estos hombres, cuando buscamos información y conocemos sus usos y su historia milenaria somos conscientes de estar presenciando un hecho que no es fortuito, que se vincula con la historia de la humanidad, con el desarrollo, con la economía, con el medio ambiente y con las tradiciones.

Con la construcción del tajamar occidental en la desembocadura del rio Magdalena en Bocas de Ceniza con el propósito de crear el canal navegable desde el mar Caribe hasta el puerto de Barranquilla, inaugurado en 1936, se crearon, sin saberlo, las condiciones necesarias para un uso no previsto de su estructura: La pesca con cometa o kite fishing como se denomina en otras latitudes a esta técnica ancestral.

Bocas de Ceniza está ubicada en el extremo norte del departamento del Atlántico, al norte de Barranquilla y más al norte del “Barrio Las Flores”. Si tomamos como referencia Puerto Mocho, punto en el cual se encuentran a pocos metros el mar Caribe, el rio Magdalena y la ciénaga de Mallorquín, el tajamar occidental penetra aproximadamente 4.900 metros mar adentro a manera de lengua artificial de tierra. En esta zona los vientos corren de este a oeste la mayor parte del año con mayor o menor intensidad de acuerdo a la estación que se presente, en estas aguas se encuentran los peces de agua dulce que bajan con el rio y los peces agua salada que de manera natural llegan a buscar los alimentos que proveen sus aguas.

El barrio “Las Flores” tiene una vocación pesquera, una buena cantidad de sus habitantes viven de la pesca o del turismo que se nutre también del pescado que es ofrecido en los restaurantes situados a orillas del río Magdalena. Es en este sector del Caribe colombiano donde se encuentran las condiciones necesarias para la pesca con cometa: hay peces, hay viento y no es necesaria una embarcación para adentrarse en el mar, se puede acceder por tierra. Sumemos a estas condiciones, las necesidades de los miembros de una comunidad cuyo único horizonte es el horizonte del mar que tienen en frente.

Cuentan algunos que hace como veinticinco años vino un turista de Bucaramanga con una cometa y un anzuelo y se fue con su buena pesca, cuentan otros que fue por 1934, antes de la inauguración del puerto: vino un paisa con su cometa, su anzuelo y consiguió también su buena pesca, como quiera que haya sido, hace veinticinco o setentaisiete años, en algún momento alguien apareció en Bocas de Ceniza con una cometa, un anzuelo y obtuvo del mar su recompensa, esto animó a los locales a poner en práctica esta "nueva" forma de pescar.

Existen en Barranquilla algunas asociaciones de pescadores que aglutinan a quienes viven de la pesca artesanal, entre ellos un grupo que a diario pesca en el extremo del tajamar con cometa. Estos son tal vez los más artesanales de los artesanales, por llamarlo de alguna manera, sus herramientas son económicas al mismo tiempo que ecológicas: en ocasiones solamente pescan lo de su sustento y de vez en cuando algo más que comercializan para obtener algunos pesos.

Son estos pescadores sin saberlo, herederos y expresión local de una práctica milenaria que se inició hace siglos en la lejana china y que actualmente, desde el lejano oriente hasta los confines de occidente, se utiliza como recurso para la obtención de alimentos a bajo costo y alto contenido proteínico. Son ellos y su manera de hacer las cosas patrimonio, patrimonio local, patrimonio nacional y patrimonio de la humanidad.

En el extremo del tajamar occidental cuando no se cuenta con pedazos de arenque o lisa fresca, se implementa una carnada artificial denominada “pollo”, se trata de una pieza de plomo adornada con una cola de cerdas plásticas, en el lenguaje técnico de la pesca se trata de una “mosca”, es por eso que contrario a lo que dicen por ahí: En Bocas de Ceniza sí entran moscas.